miércoles, 13 de julio de 2011

Comenzado a crear historias para ti




Después de observar q los cuentos no le hacen especialmente mucha gracia a Pelayo, y q no quería q se olvidase de estas vacaciones me he decidido a crearle una pequeña historia de ellas, con pictos y fotos reales, q he imprimido, plastificado y encuadernado en forma de libreta. Cual ha sido mi sorpresa q le ha encantado, y la mira todo los días, se fija en las fotos y pasa las paginas para volver a su favorita ( la primera donde sale su papi).


Viendo el buen resultado obtenido, y en vista de q teníamos q realizar una visita a una casa practicamente desconocida para él ( aunque ya habíamos ido el año pasado, era muy pequeño y no creo q lo recordara) con unas fotos le hice una pequeña frase explicándole a donde íbamos, en que y con quien. La observo detenidamente y cuando llegamos no hubo llantos ni miedo ( bueno solo estuvo en brazos dos minutos a la llegada, pero como hubiese estado cualquier niño), enseguida se puso a funcionar por el jardín jugando, e incluso cogiendo de la mano a una señora q no tiene mucha confianza con él. Os copio aquí la historia para que la podáis ver, hay cosas ahora que cambiaria como el tamaño ( son 4 folios), las haría tamaño cuartilla porque me parece q quedaría mas manejable.
Y ahora estoy personalizando el cuento de "el calzoncillo de José", os lo enseñare cuando lo termine





jueves, 7 de julio de 2011

Nos hemos llevado el autismo de vacaciones


Hace unos días hemos regresado de unas "vacaciones" en Benidorm con los niños. Han sido 14 días, y nos traemos buenas sensaciones, aunque los comienzos no fueron nada alentadores. Para empezar, a Pelayo le encanta ir en coche, nunca se duerme y le gusta ir observando todo, pero no pensábamos q fuera para tanto... y yo creo q se obsesiono, claro q 8 horas haciendo algo q le encanta no era para menos. No se quería bajar en las paradas, y si lo hacia enseguida nos cogía de la mano para volver al coche, y lo peor fue su obsesión durante las vacaciones, no podíamos pasar por delante de el coche, ya la teníamos liada, si montábamos para bajarse otra pelea, y de esas patadas me he traído algún q otro moretón.
Habíamos decidido ir a un apartamento q tiene un familiar, porque aun no nos vemos ( y digo nos) para ir preparados a un hotel, metidos en una habitación y comiendo en un buffet lleno de gente observando. Preferimos un ambiente mas fácil de dominar, donde pudiésemos cocinar nosotros, ya q entre nuestros planes aun no entra el ir a comer a un restaurante ( como mucho nos vamos al McDonald´s donde Pelayo esta encantado con su fanta y sus patatas).

Los primeros días fueron un caos total, no nos habíamos llevado el disco duro con sus pelis (como nos había aconsejado su logo) porque la tele q había allí era un tanto antigua y no se podía conectar. Conclusión: el niño fuera de su contexto habitual, sin su tele, sin sus cosas, su cuna, su columpio...excitación total. Volvieron manías q casi creíamos erradicadas como el abrir-cerrar puertas ( la mayoría a portazos), el encender-apagar luces y  abrir- cerrar grifos, haciéndonos la estancia en el apartamento caótica. Al tercer día decidí comprar un dvd portátil y una peli de cantajuegos ( q me he visto en estas vacaciones unas 50 veces), y así conseguiamos algo de calma a la hora de estar en casa. Pero intentábamos pasar el menor tiempo posible, en cuanto podíamos nos íbamos. También aparecieron otros problemas como los alimenticios, Pela q es un niño tragón, dejo de comer. Daba igual lo q cocinase, todo lo q habitualmente le gusta, no había manera de q comiese mas de dos o tres cucharadas. Eso si luego si te pedía chocolate o galletas. Aun así, hubo una perdida de peso, q ya se ha recuperado al volver al hogar dulce hogar. Y el sueño también se trastoco, no tenia su cuna, y el primer día cometimos el error de acostarnos con él en la cama (sabiendo q era un error lo hicimos, estábamos muy cansados y queríamos q se durmiese pronto), pues todos los días se había q echar con el, y había veces q pasabas 2 o 3 horas hasta q cogía el sueño, levantandose y dando algún portazo, canturreando, moviendose sin parar, intentando dar volteretas... en fin, una odisea.
Pero los momentos buenos fueron mucho mejores. Ya sabíamos q a Pela le encantaba la piscina, y q las veces q va esta contentisimo, y eso se nota en sus intentos por hablar. Todos los días nos íbamos por la mañana a la playa, se bañaba una hora o mas seguida, con sus manguitos y las olas. Cuando salia se queda quieto enroscado en la toalla ( muchas veces durante 20 minutos, algo impensable hace casi un año) y otras se ponía a jugar con los encajables o con su rastrillo en la arena ( esto poco tiempo, pero también era impensable hace casi un año). En ese sentido he notado sus avances.

Las tardes nos las pasábamos en la piscina, hay los baños duraban dos horas o mas, nos turnábamos con él en el agua ( porque sino parecíamos pasas). Descubrió q le encantaba q nos tirásemos al agua juntos, él en mi cuello. Pues hay estábamos, si se había q tirar 30 veces seguidas lo hacíamos, a cambio de q intentase pedirlo, y lo conseguía... solo un AAAAAA, pero para mi suficiente q hubiese esa intención comunicativa. Lo cogía en mi regazo y: preparados, listos... IIIAAAAA. Este sonido luego lo extrapolo a todo aquel q se pasease por el borde de la piscina, el quería q todos se tirasen, y desde el agua lo oías decir IIIIAAAA. Hubo mucho contacto visual en el agua y mucha compenetración. Otro momento bueno fue cuando lo vimos subirse a la espalda de un niño de 10 años para q lo subiese en hombros dentro del agua. El niño lo subio una vez, y a este le encanto y luego no lo soltaba. No se si esto se puede llamar interactuar con otros, pero para mi lo fue, el cogido a una persona desconocida para q jugase con él.
En los juegos q llevamos le vimos un gran avance, era un cubo de piezas con diferentes formas ( q pocas veces o ninguna había hecho sin ayuda) y unos encajables de madera. Pues de repente era como si se fijase en los huecos y sabia donde iban las fichas y las piezas.
Pero para mi el gran avance fue verle soltarse de la mano del padre para ir a dársela a Nora, todo por propia iniciativa. Ver como caminaban juntos de la mano es uno de esos momentos q se quedaran en mi retina toda la vida.
Al final, se nos hicieron cortas, porque si hubiesemos estado mas tiempo, Pelayo ya estaba adquiriendo rutinas allí y creo q hubiesemos visto mas pequeños grandes progresos. Pero volveremos, ahora q tenemos fotos de todo, y he hecho un pequeña historia para q recuerdo estos días.