Vivimos en una sociedad que mueve a una velocidad vertiginosa, que nos marca unos ritmos de tiempo rápidos y la mayoría de ocasiones o situaciones resultan ser imprevisibles para nosotros.No nos paramos a pensar en qué ocurrirá después la inmensa mayoría de las veces, simplemente nos dejamos llevar por la inercia de los acontecimientos. Somos humanos, y estamos programados para sobrevivir en este mundo caótico.
¿Pero qué ocurre cuando además de la condición humana intrínseca a la persona se suma la condición autística en un mundo así? Pues es sencillo. Nos encontramos con niños desbordados, desubicados, descontrolados, ...y un montón más de Des-, que hacen que su vida sea mucho menos satisfactoria que la del resto.
Ciertamente no todo es predecible, pero sí un porcentaje altísimo de lo que ocurre en su día a día, por lo menos en cuanto a actividades. Algo tan sencillo como anticiparles lo que ocurrirá durante el día puede reducir su nivel de ansiedad. En función del nivel cognitivo habrá q adaptar el método con el que se hará, partiendo desde objetos reales, fotos, pictogramas, dibujos o palabra escrita. La razón de realizar estas anticipaciones en un formato tangible (mejor que de forma oral) es que normalmente siempre da mejores resultados aquello que entra por varios canales sensoriales a la vez, y a la vez puede permanecer en el tiempo y visible para el niño para que acuda a ello cuando sea necesario regularse (ya sabemos que las palabras las lleva el viento, pues en las anticipaciones igual...aunq si no hay otra forma de hacerlo siempre será mejor que nada).
Lo mismo ocurre cuando hay una actividad que es complicada de llevar a cabo por el niño, ya que como es sabido que las funciones ejecutivas suelen estar afectadas, siempre podremos secuenciarla en pasos pequeños y pictografiarla para facilitarle la autonomía en la misma.
Dejar un evento importante a la improvisación o sin anticipación a un niño con TEA supone un alto porcentaje de encontrarse con un bloqueo mental, una crisis o rabieta, y una frustración importante para el pequeño y para la familia. Por eso en la medida de lo posible hay q buscar la forma en la que preparar una pequeña historia social, una anticipación o incluso unas visitas previas al lugar en cuestión para que el día X minimizar factores desconocidos.
Esto en la teoría es fácil ¿verdad?, pero la práctica difiere mucho de la realidad. Vivimos,como dije antes,en un mundo que viaja a 2000 por hora, trabajamos fuera de casa y en casa, tenemos más hijos, y un "poco" de vida social ...¿de dónde saco tiempo para buscar fotos en Google, llevar al niño al sitio en cuestión, imprimir, plastificar,...?pues como refleja el dicho "si quieres puedes". Sacaras tiempo de tus horas de sueño, mañana no llevaras el pelo peinado tan bien como te gustaría o dejaras el montón de ropa para planchar para mañana, pero si en tu mano está y sabes q eso es bueno para tu niño lo harás. Además la mayor parte del esfuerzo será cuando comiences a preparar material, luego ya lo tendrás guardado para otras ocasiones y será solo editar en el Word. Pero lo bien que estará tu retoño en la fiesta de carnaval porque tú se lo anticipaste no te dará tanta satisfacción como haberte levantado sin ojeras
¿Y qué pasa cuando te encuentras con profesionales que te dicen q tu hijo no necesita anticipaciones? Pues puede parecer q no lo necesitan, es verdad que hay niños que por su capacidad de adaptación sobreviven cierto tiempo sin ellas, ya que por ejemplo el tiempo que pasan en la escuela cuando son pequeños es bastante rutinario: saludo, asamblea, trabajo en mesa, patio...y aunq los primeros días estén un poco inquietos y perdidos puedes habituarse a esa rutina en poco tiempo. El problema llegara cuando de repente un día llueva y no se salga al patio en el recreo, o sea la fiesta de La Paz, o venga un papa a contar su profesión...posiblemente el niño se quede bloqueado sin saber qué hacer, descolocado porque no sabe que es lo que se espera que el haga allí, y puede que entremos en un enfado monumental porque él quiere hacer su trabajo de mesa. Quizás los bloqueos no se manifiesten en clase,sino al llegar a casa, o quizás se vayan acumulando en su cabeza hasta que un día explota esa ansiedad controlada. Todo esto podría haber sido minimizado con un poco de anticipación. Pero eso lo sabemos las mamás y los profesionales acostumbrados a lidiar con el autismo día a día.
Bea, no te puedes expresar mejor. Gracias por poner luz a los profanos.
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