Este podría ser el título de una noña película de amor pero no, este es el único "drama" con el que convivimos últimamente.
Ser un niño con autismo y con escasos recursos verbales complica un poco más la forma en que te puedes comunicar.
Si tienes hambre, nos pides comida.
Si tienes sed, nos pides bebida.
Si quieres ver a una abuela, nos pides ir a su casa.
Pero ¿porque no nos pides ayuda cuando lloras? ¿Porque no nos cuentas que te pasa? ¿Tienes dolor? ¿Alguien te ha reñido o te ha pegado? ¿Echas de menos algo?
Te vemos con tus patatas tranquilo, y de repente pones la boca triste (como dice tu hermana) y te pones a llorar. No quieres más consuelo q un simple y breve abrazo, y te retiras a tu mutismo. Y no sabemos que te pasa, como aliviar tu pena o tu dolor, como arreglar eso que tanto te agobia...
Por más que preguntamos, solo encuentramos como respuesta una ecolalia directa a nuestra misma pregunta, y eso no nos sirve de gran ayuda. Este tema nos está generando mucha preocupación porque vamos dando palos de ciego en el aire, y lo único que queremos es ayudarte a solucionar "el problema".
Como siempre, sabemos que el tiempo puede darnos la clave. Solo esperamos que llegue pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario